El Día Internacional contra el Cambio Climático, un día para reflexionar

El Día Internacional contra el Cambio Climático, un día para reflexionar

El Día Internacional contra el Cambio Climático, un día para reflexionar

Oct 24, 2023

El Día Internacional contra el Cambio Climático es más que una fecha en el calendario: es una oportunidad para que el mundo entero pare, aunque sea unos segundos, para reflexionar sobre la urgente necesidad de enfrentarnos a los desafíos ambientales que se ciernen sobre nosotros. Se ha convertido en una de las mayores amenazas para nuestro planeta y sus habitantes.

Aunque esta efeméride no ha sido oficialmente proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es importante destacar que este organismo respalda la iniciativa de promover acciones destinadas a mitigar los efectos del cambio climático. De hecho, el Día Internacional contra el Cambio Climático se alinea estrechamente con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible más significativos, el número 13: Acción por el Clima.

Es un momento en el que debemos detenernos y considerar la magnitud de los problemas a los cuales nos enfrentamos: temperaturas en constante aumento, fenómenos climáticos extremos, la pérdida acelerada de biodiversidad y la amenaza a la sostenibilidad de nuestros ecosistemas.

Recientes estudios del CSIC advierten de que el cambio climático “amplifica la mitad de las enfermedades patogénicas» tales como los resfriados, la gripe, el Covid-19, el ébola, etc, lo que supone un gran impacto en la salud humana.

Un día, pues, que nos recuerda que no podemos permitirnos ser espectadores pasivos de esta crisis.

Cómo la infraestructura verde urbana puede contribuir a frenarlo

En medio de estas preocupaciones ambientales, se hace necesario restablecer el equilibrio ciudad-naturaleza. A través de la naturación urbana conseguimos recuperar el espacio que la naturaleza ha perdido. La incorporación de elementos como jardines verticales, cubiertas ajardinadas o corredores verdes generan una fuerte conexión entre los espacios urbanos con la naturaleza.

En este contexto los jardines verticales emergen como un aporte de esperanza y una vía para “luchar” con acciones contra el cambio climático.

Son mucho más que un elemento decorativo en nuestras ciudades y edificios; son una manifestación tangible de nuestro compromiso con la sostenibilidad.

Un cambio en la calidad del aire

La calidad del aire es un tema que afecta a las áreas urbanas de todo el mundo. La contaminación atmosférica representa un grave riesgo para la salud de las personas. Los jardines verticales, a través de la absorción de partículas y la producción de oxígeno, contribuyen a la mejora significativa de la calidad del aire. 

Reducción de la huella de carbono

La reducción de las emisiones de carbono es un objetivo prioritario a nivel global, y los jardines verticales desempeñan un papel fundamental en la consecución de este propósito. Al absorber dióxido de carbono, contribuyen de manera directa a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta acción es esencial para mitigar los efectos del cambio climático y avanzar hacia la consecución de los objetivos de sostenibilidad.

Un ejemplo de esta contribución es el proyecto de la instalación del jardín vertical más grande de Europa en un tramo de la M30 de Madrid.

En este proyecto de gran envergadura, se han intervenido 3.250 metros cuadrados de superficie, recubriendo los muros de hormigón con 23 especies vegetales de alta durabilidad y con una notable capacidad de absorción de agentes contaminantes.

Esta iniciativa en la ciudad es un importante avance en términos medioambientales.

El proyecto contribuye a amortiguar el efecto de isla de calor al tiempo que reduce las emisiones derivadas del tráfico rodado y minimiza la contaminación acústica.