Según la Comunidad Europea ciudades como Málaga, Logroño, Bilbao o Ávila son los municipios que más han invertido en mejorar la accesibilidad de sus ciudades, y han sido homenajeados con distinciones en los Premios Ciudad Accesible otorgados por la Comisión Europea.
Ávila ganó la primera edición de estos premios en 2011; este lugar demuestra cómo incluso las ciudades que se ven limitadas por su patrimonio histórico pueden adaptarse para abordar las necesidades de desplazamiento de las personas.
La cuestión de la accesibilidad representa un gran desafío para todas las metrópolis
Según las estimaciones ofrecidas por la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 16% de la población mundial enfrenta algún tipo de discapacidad sustancial, cifra que equivale a alrededor de 1.300 millones de personas.
Sin embargo, no únicamente las personas con discapacidades conforman estos grupos que requieren atención. Las personas de avanzada edad igualmente presentan necesidades específicas y obstáculos para acceder a diversos servicios urbanos. La proyección demográfica hacia un envejecimiento de la población prevé que, para el año 2050, representarán un 22% del total global, siempre según las cifras proporcionadas por la OMS.
Niños, padres con cochecitos de bebé y personas con limitaciones temporales de movilidad también son colectivos cuyas necesidades son cruciales para avanzar hacia ciudades accesibles.
Las ciudades constituyen el escenario donde se forjará el porvenir de la humanidad.
La ONU estima que para el año 2050, un 68% de la población mundial residirá en entornos urbanos, de ahí que sea de suma importancia que las ciudades modernicen sus estándares de accesibilidad para no convertirse en lugares inhóspitos.
Aumento de Espacios Verdes en ciudades accesibles
En muchas ciudades, especialmente en áreas densamente pobladas, la falta de espacios verdes es un problema.
Los jardines verticales encajan de manera significativa en el contexto de hacer que las ciudades sean más accesibles y amigables para diversos grupos de personas.
Inclusión Social: Los espacios verdes, como los jardines verticales, pueden convertirse en lugares de encuentro y actividades comunitarias, promoviendo la interacción entre diferentes grupos de personas y fomentando la inclusión social.
Diversidad de Ecosistemas: Los jardines verticales pueden albergar una amplia variedad de plantas, lo que crea diversos micro ecosistemas, mejorando la biodiversidad y contribuyendo a la educación ambiental.
Reducción del Calor Urbano: La vegetación en jardines verticales puede contribuir a reducir la temperatura en áreas urbanas, ayudando a minimizar el efecto de isla de calor. Esto es especialmente valioso para las personas mayores y otros grupos sensibles a las altas temperaturas.
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